jueves, 8 de diciembre de 2011

Y que a veces solo nuestros cuerpos responden. Que el cerebro está drogado y el corazón ni late. Entonces hacemos lo que-no-queremos y nos decimos jóvenes. Ahí es cuando la proyección no funciona, ahí es donde me quise quedar.

sábado, 26 de febrero de 2011

Soñé la última noche que existía solo un hombre en mi país que decía la verdad. El problema mayor era que otros cien seres vestidos de rojo lo tenían encerrado bien lejos de la capital. Solo indios, soñadores y fetos tenían la posibilidad de encontrarlo, solo tenían que hablar. Pero parecía que el miedo les ganaba y así seguíamos por años. No alcancé a ver el futuro, desperté.

domingo, 8 de agosto de 2010

Un paso al mismo tiempo

Primero, un filósofo con alas camina creando mundos entre árboles sustantivos. Si su cuerpo lo acompañase dejaría de ser. Si dejase de ser vendrían los sueños. Y si en esas vueltas viniesen los sueños quizás sería feliz. Solo un paso más.

El siguiente, tosco, inculto. Mareado al otro lado del mundo intenta mantener el equilibrio entre lo que es y lo que desea ser. Insulta a la vez su pasado y maldice a quien ose cruzarse en ese, su camino sin rumbo. Su paso, sin duda alguna, es el que menos territorio batió.

En una noche sin luna, el tercero, un chino maldecido por sus antepasados que busca interesar a la que sueña hace meses como esposa. Este paso es el más cercano que ha dado ante ella, el que será alcanzado pronto por una malograda reverencia. Un paso nervioso que engendrará en la fémina un halo tierno y erótico que la llevará a perderse horas más tarde.

El cuarto hombre, empresario, millonario, infeliz. Este paso es el resultado de ocho horas de ilusión bañada en alcohol en que comprendió finalmente que el dinero no era más que un pretexto y que nadie lo querría de real manera. Este paso y saltó.

Y el quinto, un pequeño hombre con todo por delante. Una criatura que en este paso no decide más que su motricidad instantánea. Un hombre que nada sabe de sueños, ni de infamia, ni pasión, ni de insatisfacción. Uno de tantos hombres que pisan al mismo tiempo en este mundo en que solo valen los pasos cuando son muchos, magnos e imponentes.

jueves, 17 de junio de 2010

Prefiero inventarte.

Prefiero crearte,
prefiero moldear tu silueta en la oscuridad
mientras fumo uno de esos que inventé que adorabas.

Prefiero inventarte,
prefiero esperarte mil horas
sentado como indio al lado de un ascensor sin descanso.

Te invento, no existes,
porque quiero,
porque no te encontraré ya en ningun sitio.

Te invento, prefiero,
cual griego inventa un número,
cual monja en monasterio crea cantos.

Prefiero suspirarte,
prefiero creerte mía,
inventada para mí.

Acabó.

Era tan distinto a ella que su encuentro siempre sugirió un milagro. Pero es complemento lo valioso de una unión, él siempre se lo dijo, el sol sin su luna, las miradas. A él le atraía lo extraño, la momentánea indiferencia, creo. A ella él; completo, la esencia. Es que daban ganas de abrazarlo siempre.

Pero el viento ese lunes pensaba distinto y prefirió regresarlo… Él intentó decirlo con palabras, ella, soportarlo. Y el abrazo y el adiós. Y las ventanas silenciosas, y los momentos sin borrar, y las risas, y los sueños, y los días, y los días.

martes, 1 de junio de 2010

Miedoso.

.
Está nublado y tengo miedo. A veces sueño que corro por un callejón y nada más veo que nubes, sólo atino a llorar. Es extraño.

Ayer fue un día soleado... y también tuve miedo. He visto tanto mal a la luz del sol que quizás ya temo más a la luz que a la oscuridad.

Y mañana... mañana dicen que va a llover. Y quizás vuelva a tener miedo. Un día así, de lluvia, dije adiós a mil cosas que quisiera aún tener conmigo.

... antes de ayer no tuve miedo.

lunes, 11 de enero de 2010

Por tonta.



Y sin más voló y jamás volveremos a verla.
Quizá el atardecer la esté haciendo razonar
y extrañará tus pestañas
y querrá regresar.
Nadie puede sobrevivir más de un siglo lejos de aquí
y del sol,
que no ha vuelto a rozar estas tierras,
además.

Y si decide morir con esa imagen,
allá ella.
Que nosotros repartiremos el azúcar
y las sonrisas que le correspondían
y venderemos los amores que dejó encargados
y las fiestas
y los sueños.

Rescataremos sí, sus uñas rosa
y el disfraz…
tal vez el último amanecer
y los puntos suspensivos.



Leyendo poemas en un banco, Javier recuerda los días en que la fiesta gobernaba sus vidas. Esos días en que el amor y hasta el respeto lucían, se podían oler… todo había cambiado tanto.

La soledad lo invadía y los recuerdos lo bañaban.

En este tiempo en que nada le parece cercano y nadie al parecer merece su atención. Las palomas, sin ser las mismas, sugieren invernar.










Ducha

La la la la
Chachachú
Lofapilafrá
Chana


Sicalu
Rrrcolbón
Tra tratra trá
Chana -


Chana nana .

Debajo.

Ese día caminamos hasta los aromos,
tendimos el mantel de líneas blancas,
nos recostamos abrazados
y dormimos hasta las seis,
cuando Don Pedro pasó vendiendo su pan calentito.
Regresamos corriendo, comimos
y volvimos a los aromos.
¡Es que allí era tan fácil recordar los buenos tiempos!

martes, 20 de octubre de 2009

El ayer de él.




Escuchaba canciones en francés mientras puteaba al destino.
Imaginaba a la vez montañas insuperables y abuelos condenados.
Pensaba los lunes que el suelo no olía parecido los sábados.
Tenía paciencia con los semáforos y solía vestir de gris.
Adoraba el pensar, el amor y la audacia por sobre todas las cosas.
Soñaba consciente y pretendía no ser del montón.
A veces hablaba a su mascota, a veces a sus vecinos.
Sus días terminaban a las 2:00.
.
Besaba como nadie,
hablaba con caricias
y hasta ayer solía decir te quiero
en voz baja.



.

sábado, 29 de agosto de 2009

Eso no más

El miércoles pasado hablé con una señora en la farmacia. Me preguntó qué era el IMC y mi cabezota dijo "ay, señooora!". Mi voz otra cosa. La señora entendió y me sonrió y fui un cuarto más feliz. Hasta que vino la fiebre y la lectura y el mareo. Mareo de mareo... no mareo de ese léxico que aprendimos un jueves en el departamento, jaja. No me gusta usar el término, es algo... no se, en palabras de mi prima sería "no me llena", jajaja. También me da risa eso.

El jueves la fiebre me hizo pensar. Obvio, en como diablos viajaría en bus en ese estado, si ni me podía la maleta. Y estaba sola, otra vez... jajaja. Agrego risas para que la última frase no parezca triste, no lo es. Y viajé, después de conocer al amor de mi vida.. por ese día jueves, obvio; todos los días, si salgo en Santiago, regreso hablando del amor de mi vida por ese día, que ha resultado variar entre cantantes de micro, vendedores de frutas, médicos y compradores compulsivos del Parque Arauco, entre otros. Y llegué al pueblucho.. que rima con cuartucho, jajaja... pongo risas falsas para recordar que mi prima reiría de eso, rima con lo que dice es nuestro pedazo de canción.

Bleh!


sábado, 6 de junio de 2009

Aviso público.

(Un café no me ayuda).

Busco a alguien que me diga que el mundo ha estado dando vueltas mientras suspiraba, que aunque falle no romperé el asfalto, que nada puede ser tan infernal y que está permitido olvidar. Necesito una figura que comprenda que era débil, que ya nada es como antes, que lo intento a diario y que hace tiempo no encuentro un punto fijo. ¿Será que las personas a las que extraño siguen ahí mismo? ¿O será que como yo, no tienen rumbo cierto?

(Quedan barras de chocolate).

El viejo me preguntó si pretendía regresar en el tiempo y le grité que no, que hasta el pasado me hacía llorar y golpear la ventana buscando un algo equis.

(Ni contestar el teléfono).

Y anoche vino el concierto de sacudidas, el abrazo materno y nuevamente el apetito de explotar. Solicito no un alguien que me hable, sino que exclusivamente esté, que me cubra, que me colme, que satisfaga la ambición que me nubla cada cuarenta y ocho horas. Sé que existe, mas ¿qué me queda? La expectación posiblemente, acaso la traición de la intuición, ¡quién sabe!

...

Salí y no seguí el camino de regreso. Hasta entonces el día no me había simpatizado para nada.

Un almuerzo obligado me hacía desaparecer, deseo de alimentar algo más que el estómago, tal vez.

Igual nadie me extrañaría... nadie.

Y como abstraída, comencé a recorrer entre cruces y nombres nada familiares, apellidos con personalidad y solitarias piletas.

Apurada, como si algo anduviese buscando, como si alguien me esperase...

No crucé con las flores que esperaba, pero sí con figuras amenazantes y árboles destruidos... ¿acaso eso era paz?

Y cuando envuelta en los incomprensibles (entonces) sonidos que escapaban de los oscuros audífonos que detesto encontré la inspiración, un hombre me sonríe mientras insólitamente refresca sus pies en ese lugar... No se por qué lancé un ¿qué? preocupado. Y a su negativa me apresuré con una sonrisa en falso, a dar media vuelta y a caminar como pensando en que algo bueno me había pasado... después de todo, lo único positivo había sido tropezar con la familiar figura de una mujer a la que más de algo le debía.

El viento, las hojas, una figura femenina con los ojos vendados, un deseo sofocante de llorar... y ni siquiera abrí el libro.

Era hora de regresar.


jueves, 6 de noviembre de 2008

Las conversaciones, los franceses !

Sonreír cuando es necesario sería impertinente, recordando lo astutas que son mis luciérnagas, mis cómplices locas. Mejor reconstruir los sentidos, ser eficiente y bajar cuando sea oportuno. Hablar, gritar si pretendo alcanzar el desahogo, rasgar los ojos y coger lo indispensable. De día discutíamos de todo lo que hubiese, de pasados, futuros, muy poco de presentes. Soñábamos despiertas cuentos del siglo. Mejor recordar jueves de locas, abrazos sin motivos…











La simple indiscreción, las conversaciones. ¿Cuándo? Mañana, quizás el sábado. ¡Iré! ¿Irás? ¡Contigo!... ¡Risas! Quién más subjetiva y quién más demente. Soñadoras compulsivas, desquiciadas, sonrientes. ¿Vamos? ¡Vamos! Cómplices olvidadizas, blancas palomas intentan disfraces bicolores, momentos…











Los acordes en sobres instantáneos, los franceses. ¡L'amour! Condición, situación, oídos. ¡Le tick-tack! Inspiración, relajación. ¡Des Français! La pericia, el arte, gustos compartidos. Le cœur…












Des pensées imbéciles d'un jeudi de folles …





détails ...





domingo, 24 de agosto de 2008

El loco.-

Sueños condenados que lo envuelven. El mundo entero no comprende pero él vive en el monte de Morfeo, que lo acoge y lo inspira.



Él despierta, y al contrario de los verdaderos locos, comienza recién a soñar. Y es que cada décimo instante le atrapa y como en mis burbujas, sonríe encontrando el sentido. Y lee, escucha, susurra, así como nosotros dos, pero todo en sí le alimenta, le obliga a gritar de alegría, es su mirar.

Cien siglos y aún más olería las piedras e intentaría escribir en el agua. Así su vida, feliz suspira, seguiría eternamente conspirando contra lo oscuro y planificando el despertar de los ingenuos que sueñan en sepia y como latidos lo llaman enfermo. Pero él quiere al mundo, así como a las hormigas que a diario le cantan, como al café que lo eleva pensativo, y como al incógnito ser que le enseña sus alas.



Él marca en asterisco las letras que le gustan y con puntos los dibujos que le hacen enfadar. En marzo colgaba en el patio escritos en su idioma universal con los que pretendía defendernos, pero claro, como siempre, energúmenos con título de ayudantes se lo prohibieron. Y ahora se conforma con gritarlos en su idioma, otra vez, desde el cuarto en blanco en que lo dejaron.

Como si él no lograra igualmente volar y llegar a las piedras, junto al agua… como si con llave él no comprase a las estrellas pasajes para continuar soñando. Y siguen llamándole loco.


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jueves, 7 de agosto de 2008

Un Cumpleaños Feliz !

"De ideales que se van determinando con el tiempo y la experiencia... Aspirante a científico... con alma de filósofo... Y... un alma al viento... "





Solo eso ? Naah ! Biólogo (de los de verdad), músico, esclavo, ex-patrón, buen institutano, simpático, divertido y mil más ! Ese alguien único y multifacético, ¡demasiado! Ese joven que poco tiene de normal, y justo eso es lo que lo hace ser él. Él, al que imagino en su rostro inspirado, saxo en mano y mil melodías; él, al que pienso buscando ciencia, palabras, sentidos, lo que pocos buscan y encuentran, lo que está fuera de lo superficial, lo que también lo hace ser él. El que acepta su segundo nombre, el que da gracias por todo, el que escribe entre líneas, el que manda organelos, Leo, Oveja, el que entretiene, el que me compraBA, el que me hace olvidar un rato a la gente de siempre, el que NO saluda en pre porque no lo miran, el que agradezco haber "conocido". El que está de cumpleaños y al que le deseo lo mejor mejor mejor del mundo :)








"...Y yo por mi parte, lo sigo en faceta de escritor, cien años si alcanza, eminente y multifacético como esa lluvia."

miércoles, 16 de julio de 2008

Ocioenverde.-

Me gusta esa sensación.
De reir llorando.
De escuchar cantando.
De soñar viviendo.
Si siempre fuese así quizás sería verde.
Verde como eso que viste al pensarlo.
Corriendo a su alrrededor, golpeando palmas.
Gritando en vano el instrumento, su paz.
Pasado en nieve lentamente...
Él.
Él hizo correr mi grito montaña sonido balanza cariño no no existen pausas en esto dices incoherente lo digo yo sincero adivinanzas donde va cual calumnias tampoco aditivos presentes venganza igual igual te él quiere yo quiero nosotros no tal vez en otro idioma que ese saco loco animal mujer no entienda dispara sonreimos volemos pregunta respuestas megras sería calor en paz otoño cemento saludos rojos llanto cálido vienes ella blanca salta los otros siguieron
leíste ?
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Noventa grados.-



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Qué tal? Tres o cuatro años menos, los mismos padres. Cuando con suerte escribía solíamos visitarte, sí. Yo te hablaba, ¿recuerdas?, en pensamientos de verde y gris, sitio extraño. Y pedí aquel arreglo, pensando en tu entretención, te creía pequeño entonces... ¡como si te sirviese! Lo único que ahora pediría para vos sería aire y latidos, supongo.


Recuerdo haber pensado en soledad y llanto al conocer temprano la historia. Pero sabes, todo sigue perfectamente azul por acá, los viejos en el sofá y la gota de alegría latiente saltando en la cocina. Y si estuvieses serías quizás, quizás, el centro sobrio... aunque conociéndonos tal vez serías un payaso arcoiris más entre nosotros. Sería extraño tenerte, sentirte... pero blanco, la luna que amo te quizo arriba o quién sabe donde y espero te asomes de vez en cuando.


Necesitandote quizás, recordando lo inexistente, seguiré respirando mientras mi luna lo permita y tú siendo bruta tierra y suspiros mientras esa cruz viva en noventa grados.















Es raro.

Extraño es sentir que es extraño extrañarte. Extrañar la dulce sonrisa, las bromas, las risas, mi nombre en tu boca.


Lo escribí entonces, cuando pensaba en otro, no en ti; cuando tú eras sonrisa pero no alegoría. Pero calza, calza y te toca.

Escucho, a veces, susurros que gritan, que me hacen recordar...

Tú debías ser compañía y entendimiento, no amor. Tú debías encontrarme, no yo a ti.
Pero esa blanca ingenua luna lo quiso y ahora, en tu ausencia, te pienso.



Y tú tan rústico, tan fugaz y perpetuo a la vez. Me haces perder el tiempo y con ambas manos impedir el exiliado te quiero.

Lo sé y lo sabía, lo supe desde el día lluvioso en hielo verde, me querías y ya no me hace sonrojar. Era simple y notorio, por eso el mundo lo advirtió, pero faltaban tres copas y un fallido viaje para aclararlo abrazados bajo la luz de esa luna que estaba, que buscamos, pero no vimos.


Y ahora, violeta invierno, siento extraño el extrañarte. Quién sabe que ocurra al regreso. Lo que sé es que Madrid completo escuchó mi grito, mi te quiero comprimido para aquel que olvido y ahora eres tú.

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martes, 15 de julio de 2008

Nuestro escándalo.

Quizás tres años serían perfectos, hablar y ver, si bien, están y tal vez, claro, un día, perfecto sería. Y así, contar, colores llamativos, y aclarar también, morados aplausos, escándalos. Escándalos, escándalos, como si aquella noche no fuese tortura tan sólo al recordar, lágrimas. Y ahora, permisos, luces, luces, me gustas, en verde es escándalo admitirlo, teñirlo. Y escándalo otra vez, pero dulce y sensato, tu casa, tragos y risas, risas, escándalos. Querías brazos y abrazos, y yo olvido y abrazos. Cumplido, cumplido, sin magia, con luna y estrellas, con noche, con risas, con escándalos. Proyecto entonces, acuerdos, mensajes, necesidades, conversaciones, risas, risas, compañía, fiestas y obviamente, escándalos. Internos, externos, personales, públicos, pero escándalos. Y te quiero, difícil diálogo, usado texto. Dinero, viajes, obsequios, engaños, perdones, escándalos. Años, sinceros u oscuros años, tres, quizás tres. Besos, abrazos, sueños, nombres y...

domingo, 22 de junio de 2008

Un minuto en exclamación.-

Un tercio de mi canción favorita. Sesenta segundos de sueño. Una furtiva conversación. Un sms, de ida. Un camino al negocio. Medio ejercicio de electivo. Un comentario en el Pensadero. 25 pestañeos. Un último suspiro. Diez bostezos estudiando. Dos regalos. Doce suspiros. Dos de tus trenzas. 20 besos de mi hermano. 30 saltos de alegría. Llanto. Diez excusas. Un nacimiento. Media página leída. Tres recuerdos. 180 de mis “te quiero”.


¿Y dices que no alcanza para nada? ¡Si yo con un minuto a tu lado soy feliz por cinco días! Quizás te falta exilio. Quizás te hace falta sentir eso que yo sentía, ¡necesitar! Tal vez un día, el ciego ventisquero te atrape, y dime tú, si un bendito minuto te ofreciera, ¡dime tú si no lo tomarías! ¡Dime que advirtiendo la muerte no le arrancarías sesenta segundos! ¡Dime tú que borrarías el último minuto en su compañía! ¡O dime que no darías todo por tenerla así, así, un minuto más! ¡Dime que no adoras esos últimos segundos de sueño! ¡O grítale al mundo que te da igual un minuto más sin guerra! ¡Dime que no dejarías la gula por sesenta segundos de independencia!


¿No lo precisas? ¡No lo precisas! A ti un minuto no te vale porque tú no vales más que él. ¡A ti un minuto no te sirve simplemente porque ya partió! ¡Porque fuiste tan imbésil que se te escapó de las manos, porque ni tus turbados ojos negros lo advirtieron, ni tus agónicas neuronas lo alcanzaron!


¡Quizás este minuto ya fue en vano para vos!



sábado, 7 de junio de 2008

Camino a casa.

Y siguió caminando, sin abrir el paraguas. La lluvia, confidente multifacética, le sonreía, reconociéndolo.


Camino absurdo y mil veces recorrido; relajante si quiere, estresante si desease recordar.


Joven, silencio, lluvia, camino. Instancia. En su mente lo de siempre, mil acordes, tres organelos, cincuenta poemas y una silueta…
En eso y paso a paso, paso a paso. ¡Y qué si a nadie habla en cual trayecto! Cada quien en lo suyo aunque conozca su tierra y distingue el suburbio. Quizás nadie o todos lo miren, piensa. Quizás unos lo vean pobre y otros sigan sus pasos, cual sabio. Quizás esas gotas lo cubriesen y nadie lo sintiera. Quizás esa misma lluvia fuese la culpable del pasado y no él mismo como se sentía. ¿Y si mañana despertase y fuese otra persona? ¿Y si ya ni su instrumento ni aquellas partituras lo reconocieran? ¿Si despertase con alma en los números y odiase a los comerciantes de gases? ¿Si intentase escribir y sólo líneas absurdas y egoístas se dejasen ver? Tal vez nadie lo notaría. Tal vez el mundo entero se dejaría humillar por su influencia. Porque, pensaba mirando su zapato, que en tal universo inmenso él sólo fuese un estorbo. Y al siguiente segundo repasaba, quizás personas lo consideren, tal vez no ella, pero sí mil otras almas.
Así hasta su puerta.

Y yo por mi parte, lo sigo en faceta de escritor, cien años si alcanza, eminente y multifacético como esa lluvia.
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miércoles, 21 de mayo de 2008

Verdad.-

Princesas, príncipes, palacios, amores, susurros.
Son sueños pero Julieta siempre sintió verdad.
Volver a verse, amarse a la muerte, querer de verdad.

Cuando infante inculcaron en su casta bolsa de dulces la historia de amor. Príncipe y princesa, castillo, caballo, corona. Y es que los niños pequeños no entienden metáforas.


Y así los aprendimos, todos, todos.

Ellas, esperarían en la sima más alta del castillo a su príncipe en tinte azul, de caballo blanco y sonrisa de oro.

Ellos, buscarían y sin traba encontrarían al amor de sus vidas en una muchacha a su imagen.

Ambos, serían felices, vivirían siglos, tendrían hijos, fortuna, amor eterno, amor.




Tiempo perdido si al fin y al cabo la princesa fue bruja, el príncipe vampiro, la carroza invisible, la fortuna estéril, los siglos negros, y la historia, la historia nunca existió.





domingo, 11 de mayo de 2008

El no encuentro.-


El encuentro era a una cuadra. Ahí me esperabas...



Primer paso, respiro. El viento en mi cara hasta la naríz, el resto: la amable bufanda.



Segundo paso y recuerdo tu cara y a tí diciendo: "¡Pero a la hora!".



Tercer paso y ¡ouch!, estoy atrasada en diez minutos según este aparato que guardaba en la mochila mostrando el logo, la hora, la fecha y ese fondo inútil.



Cuarto paso, calcular, diez minutos, menos cinco, porque sí. Porque siempre anda en la punta del grupo de gaviotas, con fin de alcanzar antes de la primavera. En eso, quinto, sexto, décimo paso.



Paso 11, 12, 16, 18, 20. Y ¿sabes? me detuvo, me hago aun lado para que el ancestro de corbata rayada apurado que quién sabe qué pensaba o en qué paso iba y quizás qué gesto suyo me obligó a voltear y ¡ah! suspiro.



Sigo, en negativo, paso -1, -2. No quiero verte. Y me convenzo, ¡no quiero verte! ¡no quiero! .

En realidad no era en negativo. En realidad por fin, en cuanto a ese jarabe llamado tú, fue desición.



Paso 20 y recuerdo tu cara y a ti diciendo: "¡Pero a la hora!".



*

jueves, 1 de mayo de 2008

Soy y estoy.-


En este mundo en el que no soy


pues nadie es cuando no todos te saben ser.


En este espacio donde no estoy


pues nadie está cuando no todos lo han visto.


Soy y estoy. ¡A mi manera!


Sin que alguien sepa que soy ni me vea.


Sin que alguien diga que estoy.


Yo soy y estoy porque estoy y soy en mi mundo.


Donde sólo yo soy y solo yo estoy.


Algunos estuvieron, otros son.


Pero sólo yo soy y estoy por siempre. ¡Siempre!


Porque es mi mundo, mi ser, mi estar.


Porque sólo yo elijo qué Soñar.



viernes, 18 de abril de 2008

Solo Escribe.-

Sol de Abril. Radio al son. Grito inocente. Veinte minutos, dos segundos. Cabello trenzado y mente en blanco. Susurros del más... ¿acá o allá? Mirada perdida. Perdida en sol de Abril.

Viento de Abril. Abrigo usado, manos al hielo. Cabello suelto y mente en blanco. Aromas que hacen recordar. Fríos que hacen amar. Imaginación acorde. Acorde con viento de Abril.

Flor de Abril. Única, solitaria, bella, intocable. Ingenuidad a flor de piel. A flor de piel de flor. Iluminación. Culminación y mente en blanco. Pensamientos amantes. Amantes en flor de Abril.

Noche de Abril. Cansada, sumisa, extraña. Querida como ella y fría como tú. Vista en blanco y negro, mente en blanco. Cabello tomado, joyas, apariencias oscuras. Oscuras en noche de Abril.


viernes, 11 de abril de 2008

Viaja.-



Blanco invierno. Indeciso, pensativo, cansado.



Volaba en día cualquiera y descubre la luna. Golosa luna que no quiere dejarnos volver. Volver a caer. ¿Y si no regresamos? Quizás nadie lo note... dos tragos, un golpe, cinco rezos rutinarios, un adiós. Tal vez no haríamos falta. Diez minutos voluntarios, un segundo aquí. Aquí, en la luna, luna clara, luna bella, luna mia, luna nuestra, luna luna. ¡Nisiquiera respiramos!... solo volamos, saltamos, reímos. ¿Habrás venido alguna vez? Yo no te vi. Te esperé, sí, pero no pude concentrarme, la vieja luz me encegeció y solo la vi, a ella, a ella y a ella... aquí y allá. Perdida en susurros dependientes que nunca existieron. Perdida en detalles prófugos de justicia divina. Perdida en el brillo hermoso de sus ojos aun abiertos. Lo amé allí, entonces, no ahora.



De regreso en lo bajo, lo normal y objetivo, solo pensé en llorar. Pero el recuerdo hablaba, dibujaba. ¿Viste como pestañaba, como olía, lo que dijo? ¿Viste su vestuario, las palabras, los silencios, el té frío? ¿Oíste el susurro? ¿Escuchaste el grito? Regresó también... y tú que buscabas paz en tu mundo, pasar desapercibida, vivr en augurio. La angustia te buscó, te siguió, te encontró. Angustiada y herida pero no lloré, sonreí :)











Dedicada a mi compañero de viaje a la Luna y al multifacético del hielo =D

jueves, 20 de marzo de 2008

Oculta.-


ÉL: Te quiero.

ELLA: ...

ÉL: Escuchame, mirame (toma su cara con ambas manos).

ELLA: ¡Ya entendí!

ÉL: Dime algo...

ELLA: ¿Qué quieres que te diga?

ÉL: (triste)... La verdad.

ELLA: ... ¡Tengo que irme !

ÉL: ¡Responde!

ELLA: ¿Qué quieres que responda? No hiciste ninguna pregunta...

ÉL: Pero... dime... ¡algo! Escucha lo que te digo... y... ¿no me dices nada?

ELLA: (mira el suelo)... No puedo. Ahora no puedo.

ÉL: pero...

ELLA: Adiós, que estés bien, después hablamos, ¡nos vemos! (huye).

ÉL: (cabeza baja)... Adiós (camina resignado).

ELLA: (sin mirar atrás)... Ya no te quiero.

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martes, 11 de marzo de 2008

domingo, 2 de marzo de 2008

Abúrrete.-

Abro los ojos y vi la sábana verde igual a la noche anterior. Hace calor y eso que no llega la luz del sol. ¿Qué hora es? Busco con la mirada el reloj mural, con cierta indecisión es cierto, más de una vez ha amanecido en silencio marcando cierta hora de importancia cero porque dormía; no se que ocurrió entonces, ¿quién sabe?, tal vez hasta puede estar recordando un hito mundial, el nacimiento del futuro amante de la hija del primo del marido de la hija adoptada que tendré en 20 años, el segundo en el que soñando él me recordó, el último suspiro del viejo que vendía ruedas, la última vuelta que di dormida... ¿Quién sabe? . Y compruebo que está andando, quizás no ocurrió nada singular durante la noche o quizás esta vez el reloj también dormía...
Son las dos de la tarde y algo más, ¡con razón tenía calor!. Y automáticamente, como acostumbré hacerlo en días de ocio veraniego, cuento cuántas horas dormí. Sí, suena chistoso pero ¡el ocio comenzaba al despertar!. Dormí algo más de ocho horas, según mis cuentas. Me acosté después de las cinco y obviamente no me dormí de inmediato. ¿Alguien se da cuenta del momento exacto en que se durmió? ¿o de qué pensaba antes de perder momentáneamente el conocimiento?. Entonces lo más probable es que me dormí como a las seis... con excepción de días en que he estado enferma o cansada, demoro como una hora!.
Me levanto más que rápido porque el calor es demasiado. Abro la ventana, busco mis chalitas y encuentro solo una asi que decido bajar descalza. Bajo las escaleras y siento ese no se qué parecido a un mareo que me da siempre que me levanto o pongo de pie rápido. Se pasa luego. Termino las escaleras y veo a mi hermano sentado en el sillón tomando bebida en su mamadera chica y dice con sorpresa: "mana", con lo que habitualmente se refiere a mi, ¡hermana!. Le digo: "¡hola!, dame un beso". Me responde: ¡no!; palabra que tiene más que pegada. Le doy un beso aunque no quiera. Camino a la cocina y veo a mi mamá. Le digo animadamente: ¡hooolaaaaaa!, me refriego los ojos y responde: "¡shh!... Hola po". Noto en su cara algo de "a la horita que vienes a levantarte", o "tú dormida y yo haciendo todo". Paso de largo al refrigerador, lo abro como siempre solo para mirar. Lo cierro. Saco un vaso del mueble, no el azul, no quiero el azul hoy; tomo agua, un vaso grande. Comienza la conversación con mi má sobre a qué hora llegué, el señor del taxi en el que me vine, lo que me cobró, con quién terminé bailando [una ironía, talla interna nuestra], la llamada que había hecho la Dany a la Concheta como a las cuatro de la mañana, y así mil cosas que digo pensando en otras. Termina todo cuando dice: "Ahí hay empanadas, están calientes todavía. Come una o calienta arroz. Yo ya almorcé". Bueno, pienso, las empanadas son buena opción, pero primero tengo que bañarme. Voy al cuarto de cachureos y busco otro par de chalas, me las pongo, son cómodas las cosas esas; busco mis toallas, camino al baño con el celular en la mano, dos llamadas perdidas que quería devolver. Me baño, me visto, pantalones cortos café y polera morada sin mangas, nada más cómodo que eso. Sigo sin zapatos. Almuerzo la empanada que terminó gustándome bastante. Obvio dejé la aceituna porque no me gusta. Como hago siempre se la ofrezco a mi má. La acepta y decido mandársela en el plata con mi hermano. "Llévasela a la mamá", le digo sonriendo. Responde ingenuamente: "ya", pero no pasan ni dos segundos cuando la aceituna rueda en el suelo. Rio, él ríe también. Tomo bebida mientras veo las noticias en un canal que ni siquiera recuerdo. Así pasa un rato hasta que mi má me manda a barrer. Barro. Peleo con mi hermano por el escobillón. Termino. Enciendo el PC, creo haber hablado por msn con algunas personas, reviso el ocioso fotolog, subo una foto. Lo apago. Me siento en el suelo, leo una revista sobre el calentamiento global, me corto una uña tránfuga, me aburro. Mi má me llama para hablarle a mi hermano porque le quiere cortar el pelo y no se queda quieto. Le pasamos un dulce y algo resulta. Le hablo, le pregunto, reímos. Termina y vuelvo a mi puesto ocioso. Me aburro. Pasan horas tal vez, con suerte me muevo a pasarle cosas a mi má, a tomar agua, a nada. Busco MI cuaderno y escribo. Escribo de esas cosas únicas, solas, personales, ridículas, incoherentes, importantes. ¿Habrá pasado otra hora?. Enciendo la tele y veo "El Jorobado" en el Mega, ¡increíble!, ¿al cura también le gustaba Esmeralda?, ¿qué onda?. Me hizo pensar más de lo esperado, religiones, religiosos, demases. Se termina, apago la tele, enciendo el PC. Horas en el PC. Entretenido el PC. Varias personas conectadas, sonrío, peleo, leo, escribo, miro. Y sigo aquí, son las cuatro y hablo con mi prima Carla y el Matías...


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Un día fomingo, coherentemente fome, como fomingo.